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martes, 18 de noviembre de 2008

La Cualidad Animal.


Hace dos días conocí la noticia de la muerte hace dos semanas del padre de un antiguo amigo mío. Alguien con el que perdí el contacto hace unos ocho años. Sin embargo, alguien que fue un gran amigo, noble y fiel, un amigo del corazón. La distancia y el paso de los años hizo que nuestra amistad se disolviera lentamente pero sin solución. La culpa solo fue nuestra. Hoy, siento una terrible rabia hacia mí mismo, pues sufro una de las peores enfermedades que se puedan tener, la enfermedad de la "cobardía". Esto me indigna, me anula como persona, me dice que soy un mezquino, un hipócrita, un mentiroso. Una terrible pena me invade y lo peor, es que no veo que sea capaz de nada más que compadecerme. No soy capaz de buscar su teléfono y llamarle para compartir su pena. Y otra vez prevalece la cualidad animal a la humana.

Esta tormenta de pesimismo la aderezo en estos días con algunas sombras más que nublan la luz del optimismo en lo humano. Son noticia, la muerte de un joven a manos de unos porteros "asesinos" en la puerta de una discoteca de Madrid. Otra víctima más de la voracidad, el sin sentido, el surrealismo de lo que ocurre en nuestros días. En esta sociedad que cada vez es ¿más civilizada? ¿Que razones llevaría a cuatro hombres a destrozar hasta la muerte a un joven chaval, con la mitad de peso que solo uno de ellos? De nuevo sobrevuela el fantasma de la cualidad animal.

También conocí ayer mismo que un compañero, motero de ciudad, como yo, fue hechado de la calzada por un conductor de los que tantos hay. De los que es difícil saber si es tal el descuido con el que conducen sus coches como para retirarles el carnet por insensatos, o jamás sintieron respeto por un igual en un vehículo de dos ruedas. Y lo curioso es que nunca piensan que esa víctima podría ser su hijo, algún familiar o amigo. Pese a todo, no es esto lo peor de la cuestión. Lo más importante es que ese "ciudadano, conductor y anónimo" al ver la barbarie de su comportamiento, no hizo más que largarse y mirar para otro lado sin importarle el daño que su estupidez produjo. Finalmente "la cualidad animal".

De todo este marasmo de inconsciencia "la cualidad animal" sin embargo no explicaría tantas derrotas humanas, tanto daño a sí mismos. Tal es el grado de autodestrucción que no puedo comparar a humanos y animales. Pues estos últimos lo hacen todo por la supervivivencia de su especie.


......"el hombre es un lobo para el hombre"....Thomas Hobbes (1588).

1 comentarios:

lobo herido negro dijo...

te diria muchas cosas, algunas de ellas reprochantes,pero no lo hago y si no lo hago es porque no lo mereces. conozco hace tiempo tu parte animal, esa parte de la que tanto te averguenzas ahora mismo, esa parte que nos podria haber traido consecuencias, esa parte salvaje y animal de los humanos. hoy escribes para arrepentirte de algunas cosas, muchas menos de las que en total te arrepientes, pero que dicen mucho de ti. y digo mucho, y es mas todavia, porque lo que demuestras es q no eres tan animal como dices. sientes y padeces, como los animales,pero ellos no se arrepienten. muestras pues esa capacidad de raciocinio que ellos nunca experimentaran, capacidad ésta que te diferencia de ellos aunq te pese. eres pura alma, eres alma pura, vivo sentimiento, pueden decir eso los animales???.